Las mesitas de noche es un mueble que desde pequeña me ha fascinado, era dónde guardaba mis "secretos" y dónde siempre que no encontraba alguna cosa, seguro que estaba al fondo de los cajones de la mesita.
Y aunque mis mesitas y su contenido han ido evolucionando, creo que es un mueble que dice mucho de las personas. Tanto si no lo tienen (que ya dice cosas), como todo lo que deja allí encima.
Y no me he vuelto psicoanalista de la noche a la mañana, pero siempre he
pensado en esta teoría, y después de tantos años creyendo en ella, ya
no me vais a hacer pensar lo contrario, es decir, que las mesitas sólo
son para aguantar el despertador, y el cargador del móvil. :P