Uno de mis propósitos estos días ha sido empezar a repetirme más a menudo esas frases estilo "¿Seguro que lo necesitas?, ¿Cuándo te lo vas a poner?, ¿No tienes un jersey gris muy parecido de la pasada temporada?, ¿No crees que ya tienes demasiados bolsos?
Pero no sé porque esas frases se han ido transformando en "Es una inversión", "Es que están con descuentos del 30%", "Lo puedo compartir con mi hermana", “¿Un outlet…cuándo y dónde?”
Y entonces recordé que una buena carta puede evitar que la banda magnética de tu tarjeta se vuelva transparente y sobre todo ahorrarte el buscar por toda la casa escondites para las nuevas compras. Y esa carta no es el as de corazones ni el rey de diamantes…
Es mi carta a los Reyes Magos…
Y aunque podría estar meses redactándola, y volviéndola a redactar, y sustituyendo, y añadiendo, añadiendo, añadiendo, añadiendo…He escogido una “pequeña” selección para enseñaros ¡a ver qué os parece!
Quién sabe, quizá Melchor, Gaspar o Baltasar (o Mr. D) leen el blog…






